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Inglaterra regresó de Rusia llena de esperanza después de un Mundial que prometió un futuro más brillante con una carrera hacia las semifinales por primera vez en 28 años.
Sin embargo, ese factor de sentirse bien ha dado paso a un control de la realidad en los primeros dos partidos desde que la fiebre de la Copa del Mundo se calmó.
La derrota ante España en el primer partido de la Liga de Naciones el sábado, tras derrotas ante Croacia en Rusia en los últimos cuatro y ante Bélgica en el desempate por el tercer puesto, significó que Inglaterra perdió tres juegos consecutivos por primera vez en 30 años.
Una racha de cuatro derrotas consecutivas por primera vez se evitó con un reñido triunfo amistoso 1-0 sobre Suiza el martes. Pero fue una actuación que causó más motivos de preocupación que optimismo.
El manager de Inglaterra Gareth Southgate se lamentó de la incapacidad de su equipo para mantener el balón bajo presión contra los maestros del mediocampo de España en una repetición de su dolor en la Copa del Mundo cuando los croatas Luka Modric e Ivan Rakitic tomaron el control de su semifinal.
Pero mientras que España y Croacia cuentan con algunos de los mejores mediocampistas del mundo, Southgate tuvo que observar cómo su lado muy cambiado persiguió el balón durante largos períodos de la primera mitad contra el suizo menos famoso.
Southgate aceptó que la falla había sido táctica y técnica, e hizo los cambios necesarios para una mejor exhibición en la segunda mitad que dio la victoria gracias al ganador de Marcus Rashford.
Sin embargo, el jefe de Inglaterra también se apresuró a resaltar otro problema familiar como justificación para los primeros 45 minutos deslucidos.
Los mediocampistas Fabian Delph y Ruben Loftus-Cheek estaban haciendo sus primeras aperturas de la temporada, al no haber tenido oportunidad de llegar al Manchester City o al Chelsea hasta el momento.
"Necesitaban el juego. Era importante que les diéramos esa oportunidad", dijo Southgate, en el papel poco familiar de un gerente internacional que trata de hacer que sus jugadores encajen.
Southgate ha advertido en repetidas ocasiones de la preocupante falta de oportunidades entregadas a los jugadores ingleses en la siempre más cosmopolita Premier League.
Y señaló el estrés y las tensiones de un verano de la Copa del Mundo en un grupo poco profundo de talento como una razón para una resaca comprensible de principios de temporada.
"Sabía que esta semana iba a ser difícil mentalmente cambiar de la Copa del Mundo a estos juegos", dijo.
"Hemos preguntado mucho físicamente a los jugadores a través de ese torneo. Nuestros jugadores estaban en pie al final.
"Reunir a un equipo para el tercer desempate fue duro. Luego tuvieron este período mínimo de pretemporada".
La victoria de España por 6-0 sobre Croacia ya significa que las posibilidades de Inglaterra de alcanzar las semifinales de la Liga de las Naciones parecen escasas.
El objetivo a largo plazo, sin embargo, es que Inglaterra compita para ganar la Eurocopa 2020, con las semifinales y la final que se jugarán en su tierra natal en Wembley.
Southgate no se hace ilusiones sobre la tarea que le espera, particularmente cuando se trata de vencer a equipos como España, los campeones mundiales de Francia y Bélgica.
"Para los equipos que llegaron a las semifinales, Roberto (gerente de Martinez, Bélgica) tiene a los Harlem Globetrotters y Francia también tiene mucha profundidad", dijo en reacción a la humillación de España para los finalistas de la Copa del Mundo.
"Para nosotros y Croacia, somos un grupo más pequeño de jugadores".
La capacidad de Inglaterra de enfrentarse a los mejores equipos de Europa se enfrenta a otra dura prueba el mes que viene en un arriesgado doblete contra Croacia y España en la Liga de las Naciones.
Después de un verano durante el cual fue prodigado con elogios, Southgate se ve obligado a luchar con defectos familiares.
Sin embargo, ese factor de sentirse bien ha dado paso a un control de la realidad en los primeros dos partidos desde que la fiebre de la Copa del Mundo se calmó.
La derrota ante España en el primer partido de la Liga de Naciones el sábado, tras derrotas ante Croacia en Rusia en los últimos cuatro y ante Bélgica en el desempate por el tercer puesto, significó que Inglaterra perdió tres juegos consecutivos por primera vez en 30 años.
Una racha de cuatro derrotas consecutivas por primera vez se evitó con un reñido triunfo amistoso 1-0 sobre Suiza el martes. Pero fue una actuación que causó más motivos de preocupación que optimismo.
El manager de Inglaterra Gareth Southgate se lamentó de la incapacidad de su equipo para mantener el balón bajo presión contra los maestros del mediocampo de España en una repetición de su dolor en la Copa del Mundo cuando los croatas Luka Modric e Ivan Rakitic tomaron el control de su semifinal.
Pero mientras que España y Croacia cuentan con algunos de los mejores mediocampistas del mundo, Southgate tuvo que observar cómo su lado muy cambiado persiguió el balón durante largos períodos de la primera mitad contra el suizo menos famoso.
Southgate aceptó que la falla había sido táctica y técnica, e hizo los cambios necesarios para una mejor exhibición en la segunda mitad que dio la victoria gracias al ganador de Marcus Rashford.
Sin embargo, el jefe de Inglaterra también se apresuró a resaltar otro problema familiar como justificación para los primeros 45 minutos deslucidos.
Los mediocampistas Fabian Delph y Ruben Loftus-Cheek estaban haciendo sus primeras aperturas de la temporada, al no haber tenido oportunidad de llegar al Manchester City o al Chelsea hasta el momento.
"Necesitaban el juego. Era importante que les diéramos esa oportunidad", dijo Southgate, en el papel poco familiar de un gerente internacional que trata de hacer que sus jugadores encajen.
Southgate ha advertido en repetidas ocasiones de la preocupante falta de oportunidades entregadas a los jugadores ingleses en la siempre más cosmopolita Premier League.
Y señaló el estrés y las tensiones de un verano de la Copa del Mundo en un grupo poco profundo de talento como una razón para una resaca comprensible de principios de temporada.
"Sabía que esta semana iba a ser difícil mentalmente cambiar de la Copa del Mundo a estos juegos", dijo.
"Hemos preguntado mucho físicamente a los jugadores a través de ese torneo. Nuestros jugadores estaban en pie al final.
"Reunir a un equipo para el tercer desempate fue duro. Luego tuvieron este período mínimo de pretemporada".
La victoria de España por 6-0 sobre Croacia ya significa que las posibilidades de Inglaterra de alcanzar las semifinales de la Liga de las Naciones parecen escasas.
El objetivo a largo plazo, sin embargo, es que Inglaterra compita para ganar la Eurocopa 2020, con las semifinales y la final que se jugarán en su tierra natal en Wembley.
Southgate no se hace ilusiones sobre la tarea que le espera, particularmente cuando se trata de vencer a equipos como España, los campeones mundiales de Francia y Bélgica.
"Para los equipos que llegaron a las semifinales, Roberto (gerente de Martinez, Bélgica) tiene a los Harlem Globetrotters y Francia también tiene mucha profundidad", dijo en reacción a la humillación de España para los finalistas de la Copa del Mundo.
"Para nosotros y Croacia, somos un grupo más pequeño de jugadores".
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